• ÁRBOL DE LA VIDA

    INICIO
    La creación de árboles de la vida es parte de la tradición alfarera y cerámica de la región montañosa central de México. La fabricación de cerámica en esa área, que incluye figuras de barro, data de entre 1800 a 1300 a. C. La coloración de las figuras inició más tarde, después de que la influencia olmeca llegó a la zona. Alrededor del año 800 d. C. la influencia de Teotihuacan trajo consigo el aplicar un simbolismo religioso a muchos objetos de cerámica. 

    Después de la conquista española, los frailes destruyeron los artículos que representaban a los antiguos dioses y los reemplazaron con imágenes de santos y de la iconografía cristiana. La representación de un «árbol de la vida» en las pinturas y otros medios se introdujo como una forma de evangelizar a la población nativa. Durante la mayor parte del período colonial, la cerámica en el Estado de México se producía principalmente para el autoconsumo y se convirtió en una fusión de técnicas y diseños españoles e indígenas. Se mantuvo así hasta la primera mitad del siglo XX, cuando comenzaron a fabricarse piezas decorativas e incluso de lujo. A este tipo de trabajos corresponde el árbol de la vida, especialmente aquellos que no tienen función religiosa. Los árboles no religiosos tienen temas como la muerte o la primavera.

    La fabricación de esculturas de árboles de barro con el tema bíblico del Jardín del Edén se inició en Izúcar de Matamoros en el estado de Puebla. Los árboles de la vida han llegado a considerarse emblemáticos del municipio.

    EXPLICACIÓN
    El árbol de la vida más tradicional contiene una serie de imágenes importantes. Adán y Eva, flores y frutos que simbolizan el paraíso. También aparece la serpiente de la historia bíblica. En general, la escultura del árbol se ve algo así como un candelabro. Los árboles se fabrican principalmente para uso religioso y decorativo, aunque aquellos que tienen quemadores de incienso es más probable que sean usados con motivos religiosos. En Izúcar de Matamoros, los árboles de la vida se usan en procesiones.

    Los árboles están hechos de barro cocido en hornos de gas a baja temperatura. La ​​mayoría miden entre 26 y 60 centímetros de altura y su creación puede tardar de dos semanas a tres meses. La fabricación de piezas extremadamente grandes puede tardar hasta tres años. Estos árboles varían en tamaño desde miniaturas hasta gigantescas. La mayoría de los árboles son creados y vendidos por los propios artesanos que han aprendido a elaborarlos de sus padres y abuelos.











  • Ávila, Wilfrido (8 de diciembre de 2008). «Las manos mágicas en el barro del árbol de la vida». El Sol de Cuernavaca
  • Valdespino, Martha (24 de julio de 2001). «Perdura su estilo ancestral». 
  • Olguín, Rosa María (30 de mayo de 2006). «Los Árboles de la Vida recorren el mundo»
  • Tlakuiloani, Nemiliz; Sánchez Cruz, Manuel. «Los árboles de la vida “Barro policromado”»